PROGRAMAS PARA LA FAMILIA
Los programas de prevención para las familias deben mejorar
la compenetración y las relaciones familiares e incluir habilidades para ser
mejores padres; entrenamiento para desarrollar, discutir y reforzar la política
de la familia con relación al abuso de sustancias; y la información y educación
sobre las drogas.
La compenetración familiar constituye el cimiento de la
relación entre los padres y los hijos. Se puede fortalecer esta compenetración
a través de un entrenamiento para mejorar la capacidad de apoyo de los padres a
los hijos, la comunicación entre padres e hijos, y la participación de los
padres con los hijos.
El monitoreo y la supervisión de los padres son esenciales
para prevenir el abuso de las drogas. Se pueden mejorar estas habilidades con
entrenamiento de cómo establecer reglas; técnicas para el monitoreo de
actividades; el elogio por conducta apropiada; y la disciplina moderada y
consistente que hace respetar las reglas de la familia anteriormente definidas.
La educación y la información sobre las drogas para los
padres o los cuidadores refuerza lo que los niños están aprendiendo sobre los
efectos dañinos de las drogas y brinda la oportunidad para la discusión
familiar sobre el abuso de sustancias legales e ilegales.
Las intervenciones cortas enfocadas en la familia y
dirigidas a la población en general pueden cambiar positivamente conductas
específicas de los padres que pueden reducir los riesgos futuros para el abuso
de drogas.
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