CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
El DSM-IV-TR (2002), la cuarta
edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, afirma
que, para poder ser diagnosticada como tal, la dependencia de sustancias ha de
conllevar un patrón desadaptativo de consumo que incluye malestar o deterioro (físico,
psicológico o social) y junto al que han de darse, al menos, tres de los
siguientes criterios en algún momento de un período continuado de 12 meses:
- Tolerancia
- Síndrome de abstinencia
- La sustancia se consume en cantidades mayores o durante más tiempo de lo que se pretendía en un principio.
- Existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de interrumpir el consumo o de controlarlo.
- Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia, consumo o recuperación de sus efectos.
- Se da una importante reducción de las actividades cotidianas del sujeto debido a la ingesta de la sustancia.
- Se continúa consumiendo la sustancia a pesar de tener conciencia de sus potenciales riesgos.
El CIE-10 (Organización Mundial
de la Salud, 2005) refiere que, para poder hablar de dependencia, han de
presentarse tres o más de los siguientes criterios en un periodo de 12 meses:
- Fuerte deseo de consumir la sustancia (craving)
- Dificultades para controlar dicho consumo
- síndrome de abstinencia al interrumpir o reducir el consumo.
- Abandono progresivo de intereses ajenos al consumo de la sustancia. Inversión cada vez mayor de tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia o con la recuperación de sus efectos.
- Persistencia en el uso de la sustancia a pesar de percibir de forma clara sus efectos perjudiciales.
Los anteriores criterios hacen
referencia tanto a aspectos relacionados con la dependencia física como con la
psicológica.
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